*Por Natalia López, politóloga y coordinadora de Mumala La Plata
Organizarnos
es la única manera posible para terminar con las desigualdades. Así lo
entendemos las Mujeres de la Matria Latinoamericana. Somos una organización de
mujeres que, parándonos desde el feminismo popular, luchamos para construir una
sociedad más justa y equitativa. ¿Por qué desde el feminismo popular? Porque
entendemos que la lucha feminista está incompleta si no se la encara con la
perspectiva de la desigualdad de clase, porque entendemos que capitalismo y
patriarcado van de la mano, que se retroalimentan para reproducirse y que, por
ello mismo, la violencia hacia las mujeres está profundamente ligada a la estructura
económica.
Entender la
lucha feminista desde esa mirada nos hizo buscar formas de incidir en la
realidad de las mujeres; por ello, elaboramos la herramienta Multiplicadoras
de Derechos. Su nombre tiene que ver con una realidad muy concreta: quienes
no conocen sus derechos no pueden defenderlos ni exigir que se cumplan, por lo
tanto, se encuentran muchos más vulneradxs. Esta es la situación que observamos cotidianamente en
nuestras compañeras de los sectores populares con mayor frecuencia que en otros
sectores. A la falta de recursos materiales, que las ayuden a sortear las
violencias cotidianas, se le suma el desconocimiento de los derechos que las
asisten.
Es por ello que, a través de las Multiplicadoras, buscamos
generar instancias de formación, sirviéndonos de mecanismos y dinámicas que nos
aporta la educación popular, para acercar a las mujeres al conocimiento de sus
derechos.
Los límites de
tiempos nos llevaron a recortar sobe temas que considerábamos más urgentes: por
una lado, un paneo general sobre los tipos de violencias, haciendo foco sobre la
modalidad doméstica de la violencia hacia las mujeres, ya que las estadísticas
sobre la misma son preocupantes. En esta instancia buscamos lograr que se
desnaturalicen las violencias más invisibles, aquellas que resultan pasos
previos a la violencia física y, que a la vez, logran mantener a la mujer en
relaciones abusivas.
Además,
buscamos que conozcan los recursos con los que cuentan para salir de esas
situaciones pero, también, que se comprenda cuál es la ruta crítica de una
mujer en situación de violencia, de modo que cada una de las participantes
pueda ser sostén y compañera de otra que se encuentra atravesando esa
situación. Una segunda parte del taller está orientada a derechos sexuales y
salud sexual integral. Esto tiene que ver no sólo con la prevención de
embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, sino también con
los derechos que tienen frente al sistema de salud y de sus propias parejas.
Abordamos el derecho al placer, tan negado para nosotras, el derecho a
recibir información clara sobre
anticoncepción y ETS, sobre el parto respetado, etc.
En La Plata, esta
experiencia en tiene poco más de un año. La empezamos en el barrio El Futuro,
de la localidad de Melchor Romero, continuamos por Hernández y ahora estamos
terminando los talleres en Villanueva, Berisso, junto con mujeres que se
organizan en comedores y merenderos de la organización Barrios de Pie.
La experiencia
multiplicadora, por otra parte, se retroalimenta inagotablemente. Quienes vamos
al barrio a Multiplicar, volvemos nutridas de nuestras compañeras, que nos dan
una cucharada de la realidad que es imposible imaginar desde el casco urbano
platense. Conocer la situación de las mujeres de los sectores populares nos
permite pensar nuevas estrategias de intervención junto con ellas, proyectar
este movimiento feminista y popular, pero sobre todas las cosas, aprender cada
día un poco más a organizarnos y luchar, ya que nuestras compañeras de la
organización Barrios de Pie son el ejemplo más grande de ello.